"Su talento era simplemente algo fuera de lo normal. Podía regatear a los últimos siete u ocho jugadores andando y acababa asistiendo o marcando como si fuese paseando. Para mí, él era sensacional". Así lo describió Xavi Hernández, y así es como era el inglés, un genio, sin nada que envidiar a gigantes como Gascoigne o Paul Merson.
Sin embargo, un factor hizo que no fuese tan conocido como ellos: su amor al Southampton, más acostumbrado a evitar el descenso que a luchar por Europa. Llegó a rechazar ofertas de Manchester United, Chelsea o Arsenal, alegando que "no hay nada más bonito que jugar contra los grandes y ganarles. A eso me dedico yo".
Era un dios para sus aficionados, que lo recibían al grito de "He is God, Le God". Vistió la camiseta de su club en más de 500 ocasiones, anotando un total de 200 goles en 15 temporadas. Sin embargo, con su selección sólo llegó a disputar 8 partidos, sin llegar a anotar ningún tanto.
En 2002, Matt decía adiós al fútbol, en un partido-homenaje entre el Southampton e Inglaterra.
Desde su retirada, Matt hizo carrera como comentarista y llegó incluso a sacarse el título de entrenador.
Sin embargo, hoy, Matt volvía a ser noticia. "Le God vuelve al verde", titulaban los diarios; y así es, el inglés volverá a jugar al fútbol en Guernsey, su ciudad natal, donde compaginará el juego con su trabajo como comentarista.
Le Tissier vuelve, vuelve el genio que al enterarse de que era uno de los ídolos de Xavi Hernández mandó hacer una camiseta que decía "Xavi loves me". El fútbol recupera a un grande.
Grande Le God!
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